La coyuntura por la que pasa el negocio inmobiliario beneficia el desarrollo de obras. Hoy se siembra, ya vendrá tiempo de frutos.
La ciudad muestra sus venas abiertas, las obras públicas avanzan, por ahora, en nuestra querida Buenos Aires se puede ver sus adentros y sus afueras, obras en curso, tanto de transporte como de edificios nuevos.
El ritmo de desarrollo de nuevos emprendimientos, en ausencia del crédito, está dando una señal interesante, se puede, a pesar de la publicidad en contra, y de la prudencia de las cámaras en realizar anuncios optimistas.
El modelo de CEDIN propuesto, no dio el resultado previsto por el gobierno, pero instrumentó una salida que la mayoría no quiso o no pudo usar, sin embargo, la obra privada sigue en pié.
También los planes de Procrear, propuesta del gobierno, ha activado un equilibrio entre lo público y lo privado, mientras la discusión política se estanca en la discusión sobre el cobro de impuesto a las ganancias, el sector inmobiliario realiza sus propuestas con todos los vientos en contra y en vez de recibir respuestas alentadoras, vuelven peores brisas, que además le propone competencia desleal.
Los emprendimientos Procrear, le sacan el bocado del león a las empresas inmobiliarias que vienen trabajando desde varias generaciones y se comió a las nuevas, que tuvieron que cerrar.
Sin embargo, las inmobiliarias proponen estímulos de otro orden, la racionalidad en otros aspectos, como la energía, el agua, las inundaciones, que no se conocen cifras en los planes del estado, cuya experiencia está en manos de las inmobiliarias con prestigio.
El índice de la construcción muestra un aumento interesante, un 8 por ciento que habla de empleos, de recursos de una solución para la vivienda.
El incremento de los puestos de trabajo en la construcción, cuenta con una interesante evolución que se esperaba desde hace bastante.
Las soluciones a los problemas, para los que la vivienda es tan importante, está en marcha, creciendo, y para beneficios de todos, aún para las inmobiliarias que se sienten postergadas en la agenda nacional, puede verse reactivación interesante, sobre todo en barrios periféricos a la ciudad, zona Sur, como Ezeiza, donde no sólo hay emprendimientos en la construcción de propiedades, sino también en la construcción de Parques Industriales, éste último que no se ve desde hace muchos años en Argentina, lo que habla de una reactivación de la industria nacional.
Como siempre las cámara inmobiliarias acompañan con beneplácito las propuestas, que aunque parecen leves, sostienen el negocio inmobiliario con modificaciones más o menos aceptables.
El sector, acusa cierto movimiento restringidos para los usados, pero interesante para los nuevos emprendimientos, con confianza, sobre todo en las próximas vacaciones, debido a la acción, ahora de la AFIP de atacar el problema del alquiler informal, competidoras de las empresas inmobiliarias que sienten que es competencia sin equilibrio.
Este verano las ofertas de las quintas o las casas cercanas a Capital Federal son una propuesta interesante, en precio y calidad de vacaciones.
A modos minutos de la Capital, rodeadas de clubes y con piscina propia, se convierten en centros vacacionales, que incluye parrilladas al aire libre y la posibilidad de unas vacaciones únicas. En algunos barrios privados, con equitación los niños tienen la oportunidad de probarse.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.